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16 de abril de 2001

Página cultural del diario Noticias de Palencia

Por Jesús Castañón Rodríguez

Página cultural del diario Noticias de Palencia

Número 3 . 28 de octubre de 1982.

Monumento a Santa Teresa

Esta es la maqueta del Monumento a Santa Teresa, 2º puesto en el concurso nacional de 1970, amorosamente proyectada por Mariano Timón Ambrosio, tantos años director de La Escuela de Artes y Oficios de Palencia, donde actualmente se conserva su obra. Pena que el yeso no se convierta en piedra, que la fotografía no se transforme en bronce.

Reencuentros palentinos

Desde el marco infinito de esta PÁGINA CULTURAL brindamos hoy a los palentinos de la emigración, de los que pueblan el ancho mundo con su arte y su nostalgia por la tierra madre, estos espacios de colaboración, con el ruego de que nos remitan su ficha bibliográfica -los escritores y sus reseñas el resto de los artistas- para poder hacerles una somera, pero entrañable, referencia.

Y la abrimos precisamente con Manuel de la Puebla, un palentino de Bárcena de Campos, director de Mairena, como ya dijimos en otra ocasión, que desde un congreso de poetas de Madrid descubrió la realidad poética de Palencia.

Incluye el poema «La Tarde», del libro Unos apuntes líricos, Río Piedras, Puerto Rico, 1972.

Nuestra galería: Pablo Cepeda Calzada

Nace en Cevico de la Torre, 1936. Realiza el bachillerato en el Instituto Zorrilla de Valladolid, donde tiene la suerte de ser alumno de Don Narciso Alonso Cortés, que le inculcará el amor por lo literario -ya para siempre subyacente en su obra- y le incita a recoger «canciones», romances tradicionales, de los cuales el aventajado alumno pronto publicará una colección, pertenecientes a su comarca natal, en el Diario Palentino (1942-1943). Como todos los alumnos del Maestro insiste: «Arrastraba no sólo por sus explicaciones y por su calor humano, sino también por su amenidad y su extraordinaria documentación de investigador». Tiempos de bachillerato, de tertulias literarias en las Congregaciones Marianas -con su inevitable novela escrita por varios autores-, tiempos de la. temprana colaboración en Libertad, Norte de Castilla, Valor y Fe, de versos apasionados y de apasionadas lecturas primerizas de los filósofos: Unamuno, Ortega. Heídeger, Keyserling… Tiempos de alternar el cuento, con el verso, el recital y la novela (El árbol tronchado, nada menos que sobre aventuras de la conquista de América).

La honda base Filosófica y literaria estaba ya echada al terminar el bachillerato, si bien había de continuar profundizando el surco a lo largo de la carrera de abogado (Valladolid también: 1945-1950) con publicaciones periódicas: El romanticismo, El Trovador, Unamuno, Ortega y su estilo, Existencialismos, Nueva Teología, El problema de España, Sombras en la aurora de la razón vital (primer libro: 1949)…

La tesis doctoral, dirigida por don Teodoro González Garcia, versa -como era fácil de prever- sobre las ideas políticas de Ortega y Gasset, (Publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1.968).

Es asimismo maestro nacional por la Escuela Normal de Palencia, y ha ejercido corno Profesor Ayudante de clases prácticas y Profesor Adjunto de Filosofía del Derecho o Derecho Natural en la Universidad de Valladolid, Técnico de Hacienda en Badajoz (51-53) y Palencia (54-70). Jefe de la División de Planificación de la Delegación de Educación y Ciencia y, en la actualidad, Secretario de dicha Delegación.

Desde 1.950 ha colaborado en Revistas de especialización y de alcance nacional como Punta Europa -56-65-; Cuadernos Hispanoamericanos -52-60-, La Estafeta Literaria, Azor, Crisis, Agustinos…

Pero la faceta tal vez más interesante de Pablo Cepeda es su habilidad de ensayista: denso de contenido, ágil de estilo, impecable de forma, con un sedimento literario siempre en fermentación.

De contenido originalmente religioso es El realismo del alma en la vía mística (1958), intento de análisis del «ser espiritual» desde las auténticas realidades de las manifestaciones místicas de las diversas confesiones. La vida como sueño, de resonancias calderonianas (1964) -ya en la línea de la Filosofía del Derecho- constituye «la exaltación y casi la canonización de la persona. de su dignidad, de sus valores, de su libertad». El problema de lajusticia en Job, bucea en el sentido filosófico de la justicia que subyace en el texto bíblico. En Ortega la profundización ha sido escalonada y original, advirtiendo claramente el cambio de sentido de los términos orteguianos que han sembrado a veces la confusión en sus lectores. Esta evolución se produce en nuestro ensayista desde Sombras en la aurora de la razón vital a Las ideas politicas de Ortega y Gasset pasando por La doctrina de la sociedad en Ortega y Gasset. En idéntico camino de Inquietud sociopolítica esta el estudio de las corrientes ideológicas y políticas de la década del 60 en sus Reflexiones sobre la estabilidad política ante la compleja alma hispánica (1966), interesante análisis del panorama político español del momento.

No menos interesantes son sus dos estudios sobre Goya: En Los caprichos de Goya el autor ha realizado un análisis ideológico de la época a través de los elementos plásticos del gran pintor. En El tormento de Goya, desarrollado en forma de diálogo entre el pintor y un supuesto crítico (PITTM, 41), el ensayista ha querido plantearse la repercusión de la situación psicológico-emocional del artista y la posibilidad de reflejar las inquietudes político-sociales a través de los elementos plásticos en los que quedan patentes las oscuras depresiones del artista.

En lo más netamente palentino de Pablo Cepeda hay que destacar sus estudios: Evocación de Jorge Manrique (discurso de ingreso en la Institución Tello Télez de Meneses) con sugerentes relaciones entre pintura y poesía, en este caso poniendo Las Coplas en parangón con el Entierro del Conde Orgaz; El Cristo de las Claras -también en el número 28 de las PITTM- con un psicoanálisis combinado del alma de Unamuno y del alma del páramo palentino, escenario idóneo para ese grito metafísico de la angustiada personalidad del gran poeta.

Su último ensayo, sobre los Desengaños filosóficos, que en obsequio de la verdad, de la Religión y de la Patria, da al público el Doctor don Vicente Fernández Valcarce, Canónigo de la Santa Iglesia de Palencia (Tomo I, 1781; II, 1788; III, 1790 y IV, 1797) es una esclarecedora disección de nuestros filósofos del XVIII en confrontación con la filosofía cartesiana (PITTM, 47).

Especial mención merece su libro inédito Baltanás, capital del Cerrato en que la profunda erudición de Pablo Cepeda se une con el certero estudio de las costumbres, el folklore, la razón histórico-geográfica del Cerrato…

He aquí la semblanza de un hombre en que el abogado y el filósofo se funden en fuerte abrazo con el estilista y el investigador bajo la modesta apariencia de un simple hombre de la calle.

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