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16 de abril de 2001

Página cultural del diario Noticias de Palencia

Por Jesús Castañón Rodríguez

Página cultural del diario Noticias de Palencia

Número 20. 24 de febrero de 1983.

Periodismo y periodistas

Ya es clásica la frase de Larra: escribir en España es llorar. En Palencia y en el caso concreto del periodismo, me temo que sea además de llorar, crujir de dientes.Porque, como bien decía Antonio Machado:Ya sabemos que los vasosnos sirven para beber.Lo malo es que no sabemospara qué sirve la sed.Y sin embargo, si al hombre del siglo XX le quitaran los vasos de los medios de comunicación -de la prensa, de la radio, del. cine, del vídeo…- se quedaría de la noche a la mañana -sin saber muy bien cómo- sensiblemente mutilado en una de sus dimensiones esenciales.

Pero a lo que vamos a ceñirnos es a los periódicos -no siempre diarios, sino semanales o bisemanales en algunas ocasiones-. Entre nosotros el nacimiento de la prensa es tardío, yo diría que incluso extrañamente tardío para una ciudad que ha disfrutado del primer estudio General de España y uno de los primeros de Europa. Si el periodismo nace en España al decir del ilustre maestro de periodistas Pedro Gómez Aparicio en su conocida Historia del Periodismo Español -con la Gaceta de Madrid, en 1691, resulta raro que nuestro primer periódico provincial conocido, el Semanario Patriótico de la Provincia de Palencia– descubierto recientemente por Santiago de Castro Matía que ha hecho una edición facsímil del mismo con comentarios previos se retrase hasta el trienio liberal, teniendo además muy corta duración (algunos números, a lo que parece, a lo largo del año 182l), habiendo sido promovido por el jefe político liberal de Palencia, José Alvarez Guerra.

Paradójicamente y por el mismo trienio liberal un periodista palentino, canónigo de profesión y escritor ampliamente conocido en toda España y en toda Hispanoamérica con sus célebres Lamentos políticos del Pobrecito Holgazán que estaba acostumbrado a vivir a costa ajena, daba entonces la vuelta al mundo con una tirada de 60.000 ejemplares, verdaderamente increíble para la época, y se constituía en el precursor director de aquel no menos famoso Pobrecito Hablador, que sería Mariano José de Larra a quien un pistoletazo a tiempo en las sienes elevaría a los umbrales de la fama póstuma.

Es ahora, con el estudio de Félix Buisán Cítores, periodista de El Diario Palentino, cuando nos llega a través de sus tesis de licenciatura en Ciencias de la Información (ITTM., 1983) este curioso estudio sobre el Nacimiento del Periodismo Palentino a través de «El Crepúsculo», Diario fin de siglo, en cuya nómina de investigaciones periodísticas sé incluyen: El Noticiario Palentino, editado en Palencia, por la Real Sociedad, Económica de Amigos del País, citado por Jesús San Martín Payo y del que no se conoce -al decir de Buisán Cítores- ningún ejemplar hasta la fecha; El Avisador Palentino, fundado en 1859 y del que sólo se conoce 1 ejemplar hallado en el Ayuntamiento de Dueñas, que ha sido descrito por Julio Echazarra; Boletín Estadístico (del Obispado: 186l); El Porvenir Palentino (1864); El Diario de Palencia (1881-1883); El Diario Palentino (1883-1941) y refundido con el anterior en 1941 hasta la actualidad: el 12 de este mes ha cumplido sus 101 años de singladura)…

Cuando Buisán Cítores continúe su trabajo en tesis doctoral, que ya está preparando, tendrá que añadir algunas otras publicaciones periódicas de postguerra y entre los Diarios este recién aparecido Noticias de Palencia -todavía editado en León hasta que la rotativa «Candelas» ya en Palencia, eche a rodar alborozadamente-.

Visto el carácter político de la primera publicación, el eclesial y social de la Propaganda Católica y los Boletines del Obispado, el informativo general de otros y el puramente local de algunos, el autor entra en un atinado estudio de los colaboradores, no profesionales del periodismo muchos de ellos, sin sueldo la casi totalidad, hombres cuya exposición de ideas y credos estéticos les suponía con frecuencia un desembolso de sus propios fondos.

Entre los nombres dignos de recordar figuran desde don Gerónimo Fernández Andrés, obispos de Palencia, fundador del Boletín Estadístico del Obispado (5-1-1861), hasta los diversos directores de la revista La Propaganda Católica (José Madrid Manso, Eugenio Santos Calzada, Anacleto Orejón Calvo, Pablo Madrid Manso, Gregorio Amor Mozo, Eugenio Madrigal Villada), El Porvenir Palentino (Pedro Romero Herrero), Aquello (Ricardo Becerro de Bengoa), El Crepúsculo (con preferencias por lo mercantil, en el que no se hace figurar en cabecera la redacción ni el director, aunque parece que ejerció tal función, el co-propietario del mismo Hermilio Martínez Gutiérrez), el vespertino El Diario de Palencia (Pantaleón Gómez Casado), El Diario Palentino (Ricardo, Becerro de Ben,goa, José Alonso Rodríguez, Augusto Villabrille, José Alonso Alonso, José Alonso de Ojeda, José Luis Alonso Almodóvar, Antonio Alamo Salazar, J. Ruiz de Gopegui); El Día de Palencia (Manuel Maestro, Manuel González Hoyos, Antonio Sánchez Gómez), Noticias de Palencia (José Manuel Serrano)…

Capítulo muy importante en el periodismo local lo ocupa además de las colaboraciones extraordinarias como las crónicas de la corte -de Nombela- la gracia simpar de los satíricos palentinos y, muy especialmente, de los poetas festivos como Sinesio Delgado (defensor a ultranza del periodismo en verso, colaborador de El Crepúsculo y famoso a escala nacional por haber comprado y defendido hasta su inevitable muerte a fines del siglo, del Madrid Cómico) que se defiende de los ataques de sus enemigos en estos versos:

Y a pesar de mi historia literaria

limpia, si no brillante, se me niegan

la sal y el agua, y tirios y troyanos

me reputan zoquete sin enmienda

Ubaldo Herrera de la Fuente (que firmaba con el seudónimo de Similimi Papapí, que alaba la hermosura de una dama rica:

«Y en el día, preciosa criatura,

se mide por el oro la hermosura»

Donato González Andrés, famoso por su apasionado libro Diputados de Palencia y su Provincia -muy interesante sin embargo para el estudio de las costumbres y las estructuras socio-económicas de finales de siglo- demuestra una vez más la causticidad de su pluma, en la sátira de costumbres:

Tiene mi vecina Irene

rostro de serafín

y su consorte Martín

tiene… no sé lo que tiene

pero la casa mantiene

sin sueldo, rentas ni hijuela,

con un lujo que revela

que es su mujer una alhaja;

y aunque él dice que trabaja,

¡que se lo cuenten a su abuela!

Por el estilo, en El Crepúsculo y en los periódicos subsiguientes la poesía-festiva o no, ocupa un gran espacio en la prensa palentina Augusto Villabrille «Clotaldo», Manuel Junco, autor de este Concierto en el Casino:

Eran las ocho y helaba,

repleto estaba el salón (…)

Hubo tormenta de notas

Y mucho do, si re sol.

Lino González Ansótegui, sastre, cojo, satírico explosivo:

Casi todos los periódicos

están disgustados porque

el gobierno de Silvela

que es un gobierno de ole,

podrá nombrar desde ahora,

prescindiendo de elecciones,

ediles y diputados,

allí donde se le antoje…

Tomás del Mazo «Tedeleme», Paco Vighi (con su famoso Romance de la vida y muerte del Río Carrión y varios artículos sobre el nacimiento del fútbol en Palencia, el cine en Palencia, recuerdos de infancia), y otra serie de escritores aparecen habitualmente en las secciones de nuestros periódicos en los que siempre persiste un interesante fondo cultural.

Hay que agradecer a Buisán Cítores este primer ensayo, esclarecedor y ordenador de nuestra prensa, sobre el que sabernos va a volver a insistir con más fuerza. Ello nos permitirá conocer mejor a nuestras gentes, a los hombres y a la sociedad de fines de siglo hasta la de nuestros días, hábilmente reflejada no sólo en los poetas festivos, sino también en la contratación con las Agencias de noticias -la sed de noticias era grande en unos tiempos sin televisión ni radio-, en el transparente mundo de ensueños de la publicidad que, acertadamente, tampoco olvida el autor de este interesante trabajo, en las esquelas, en el modo de titular las noticias…

En cuanto constituye el periodismo como reflejo de una época. Esos vasos de los periódicos que si de momento no sabemos para qué sirven exactamente, pasados los años sabemos que al menos sirven como espejos de una época, espejos de los que ni la moderna historia, ni la moderna literatura, ni los estudios de las diversas ciencias y artes pueden prescindir. Así parece confirmarlo, en nuestro caso, el hecho de que, entre otros muchos investigadores de nuestra prensa, Mariano Fraile Hijosa haya rebuscado últimamente -para su último discurso de apertura del curso en la Institución Tello Téllez de Meneses, en cuyas publicaciones aparecerá pronto su trabajo- el tema de la acción social en Palencia (1869-1920); Blanca Herrero Puyuelo, el origen e historia de nuestros sindicatos -de muy próxima aparición, en las publicaciones de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad-, Beatriz Saracho, las diversas manifestaciones de la música en nuestra provincia..

Esa y no otra es la grandeza y la servidumbre de la prensa, que si en todas partes resulta siempre reveladora, en una provincia íntima y pequeña como la nuestra raya los límites de la intimidad familiar.

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