Imagen destacada blanco y negro jesuscastanon.com
16 de abril de 2001

Página cultural del diario Noticias de Palencia

Por Jesús Castañón Rodríguez

Página cultural del diario Noticias de Palencia

 Número 1. 14 de octubre de 1982.

Tiempo de cultura

También con la llegada del otoño, no el tradicional de la caída de las hojas al son de una bella balada, sino el del regreso de los lugares turísticos, el de la vuelta de los viajes apasionantes, el del aprobado de la asignatura –o las asignaturas- que nos han tenido en vilo las noches de septiembre, Noticias de Palencia, que también acaba de nacer en otoño, abre una página cultural de cada jueves.

Una cultura para la música y la pintura, para la literatura y la cinematografía, para el teatro y la crítica, ara el primer flash, incluso, en que antes que las, voces aguardentosas de los expertos oigamos la voz aún temblorosa del propio artista que, sin duda, también tiene derecho a opinar sobre la propia obra…

Un cultural para todos, pero donde la dominante la constituya el tema palentino sabrosamente paladeado, sin la enloquecedora risa del cazador de mariposas.

Don Ramón

Sí, don Ramón Carande, el ilustre hijo de Palencia, próximo ya a cumplir el siglo como el otro don Ramón (Menéndez Pidal), el investigador de Carlos V y sus banqueros, recientemente nombrado hijo predilecto de nuestra ciudad y tanto tiempo catedrático de Economía y Hacienda en Sevilla, donde ahora ha sido más bien triste noticia (El País, 1 de Octubre) al no ser por ahora declarado hijo adoptivo de dicha ciudad por razones de inoportunidad electoral.

Vaya para él desde las orillas del Carrión la constancia perenne admiración de sus paisanos.

Primer flash

Pilar Herrero, escultora del grupo Zaguán, maestra de taller de la Escuela de Artes y Oficios, becada por la Excelentísima Diputación Provincial para la Investigación de formas actuales, acaba de sembrar en los flamantes jardines del Parque de Isabel II una polivalente es

cultura en la que ha querido volcar algunas de sus más íntimas sensaciones y que la propia autora ve así.

Con la ilusión de transmitir al espectador de su ciudad natal un eje de comunicación libre y directa de emociones comunes, algo así como un abigarrado racimo de sentimientos comunes en que se establezca un intercambio de sensaciones en torno a un mismo color y una misma forma.

O, dicho de otro modo., un mensaje para todas las edades y todas las percepciones, nunca piara la engañadora vista únicamente.


Nuestra galería: Antonio González Lamadrid 

Nacido en Bárago de Liébana, (1923), Antonio González Lamadrid viene ejerciendo su palentinismo desde 1938, año en que ingresó en nuestro Seminario. Ordenado sacerdote (1949), pensionado por la Diócesis de Roma, donde se licencia en Teología y Sagrada Escritura (19491953), simultaneando con otros cargos eclesiásticos (canónigo de la Santa Iglesia Catedral -1956-, Secretario General del Obispado -1964-1967-, Vicario General -1975-1978-) desempeña desde 1954 su fecunda labor de Profesor de Sagrada Escritura de dicho Seminario Mayor, en el que acaba de inaugurar el curso con su lección sobre Principios relativizadores de la Palabra divina.

En la honda raíz bíblica del profesor González Lamadrid se anclan lejanos condicionamientos doctrimales como la Encíclica de Pío XII Divino Afflante Spiritu – determinante de todo un modo nuevo del Estudio de la Sagrada Escritura, con nuevas claves de lectura e interpretación de la misma- alternados con su conocimiento real del mundo geográfico, histórico y social del desarrollo de los hechos bíblicos, (participó personalmente en hallazgos, tan importantes como los del Mar Muerto o en las excavaciones de Qumran) con su formación en, la Escuela Bíblica Francesa Je Jerusalén, fundada por el P. Lagrange, y con su ininterrumpida labor docente en nuestro Seminario: 1954-1982.

Fundador, con otros biblistas españoles, de la Casa Española de Santiago para Estudios Bíblicos y Orientales de Jerusalén (en la que como Investigador y Vicerrector los segundos semestres de los cursos 1956-1961), lo es asimismo de la Casa de la Biblia de Madrid y de los Cursos Bíblicos por correspondencia. Ha impartido igualmente sus conocimientos a laicos y eclesiásticos, a través de organizaciones como los Cursillos de la Casa Española de Santiago, la Escuela de Teología para laicos -del propio Seminario-, o las Jornadas de Formación Permanente del Clero, de las que ha sido un constante animador.

Colaborador asiduo de Estudios Bíblicos, de las editoriales EDICABI-PPC, Revue Biblique, Tierra Santa, ha publicado, junto con su tesis doctoral Ipse est pax nostra. Estudio exegético-teológico de Ef. 2, 14-18 (Bibliotheca Hispana Bíblica, vol. 4), Madrid 1973. Editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, -dirigida por el franciscano alemán P. Elpidio Pax, Instituto Franciscano de Estudios Bíblicos de Jerusalén- ha publicado libros tan importantes como Los descubrimientos de Qumran (Madrid 1956, Editorial Marova), Los descubrimientos del Mar Muerto,Balance de 25 años de hallazgos y estudio (Editorial BAC, 317, Madrid 1971, 2a ed. 1973), La fuerza de la Tierra. Geografía, historia y teología de Palestina (Editorial Sígueme, Salamanca 1981), así como diversos trabajos sobre Libros Históricos y Libros Proféticos del Antiguo Testamento; sus traducciones y notas a la Sagrada Biblia de las Ediciones Paulinas (7 Libros, Madrid 1964)…

Entre sus publicaciones realizadas en Palencia destaca el reciente estudio El Nuevo Estado de Israel. ¿Hecho político o acontecimiento religioso? (Caja de Ahorros y Monte de Piedad, Palencia, 1982) y sus estudios de tradiciones y problemas bíblicos Tradiciones etiológicas palentinas a la luz de la Biblia (discurso de ingreso en la Institución Tello Téllez de Meneses -1977, número 32 de las Publicaciones de dicha Institución-) o ¿Un tapiz veterano en la Catedral de Palencia? (id, id no35).

Así es, a grandes rasgos, el perfil humano y científico de nuestro investigador bíblico, profesor y profundo conocedor de este monstruo editorial que resulta ser la Biblia, un conjunto de 73 libros -46 AT, 27 NT-, 3.566.480 letras, el primero y más editados de los libros de] mundo en el que González Lamadrid, además de un milagro de comunicación universal -traducido a más de 1.435 lenguas-, además de un modelo para la convivencia de todas las confesiones (está en marcha ya la Organización del Simposio de Salamanca para 1.983 en el que él también participará) cree percibir, cada vez con mayor claridad tras tantos años de intensa dedicación a su estudio, no sólo un algo si no un alguien, una poderosa voz capaz de dar respuesta válida a todos los problemas de cada momento –a los de hoy y a los de mañana como a los de ayer- con la misma fuerza y el mismo vigor que tuvo para sus primitivos destinatarios.

La lengua al servicio de la convivencia

Lección inaugural del curso en el Instituto Jorge Manrique, pronunciada por el profesor Tejerina

Una lengua es la principal seña de identidad de un pueblo. De ahí que el respeto a la lengua supone el respeto a los pueblos, y la pacífica convivencia de lenguas supone la pacífica convivencia de pueblos.

Toda lengua refleja y sufre las oscilaciones de los cambios sociales y políticos: la inmigración masiva del campo a la ciudad, ocasionó una considerable recesión de lenguas consideradas rústica en beneficio de la lengua urbana, el, castellano. Así ocultaban «el pelo de la dehesa» y se sacudían el sambenito infamante de «borono». Un hecho político, la voluntad de reprimir los focos separatistas catalanes y vascos, logra el mismo efecto de reducir el número de hablantes, mediante la prohibición de emplear públicamente el euskera y el catalán . Se identifican unidad de España y unidad de lengua. Si los griegos llamaban, bárbaros, etimológicamente «tartamudos» a los que no hablaban su lengua, los castellano hablantes exigían a los demás «hablar en cristiano».

La actual configuración política del Estado español contempla diecisiete entidades autonómicas, algunas de ellas con carácter de nacionalidad histórica. La consecuencia de este hecho político es una situación delicada para muchos habitantes de distintas comunidades, afectados por múltiples situaciones reales: adoctrinamiento artificial en la lengua regional; obligación de expresarse en la lengua regional, si se desea optar por determinados puestos; marginación laboral o social por desconocimiento de la lengua regional; problemas generacionales entre padres inmigrantes e hijos ya integrados culturalmente en la nueva comunidad; y en muchos casos, una guerra larvada con sus jugarretas sucias.

En el país valenciano se han quemado banderas y ha habido atentados con explosivos contra intelectuales que se atrevieron a defender públicamente que el valenciano es una de las variedades lingüísticas de la lengua catalana. Otro caso de guerra sucia, por otro lado esperpéntico y regocijante, lo personaliza como lengua nacional para Andalucía el mozárabe, del que la lengua castellana «robó» unos 4.000 vocablos. Sin entrar en otras consideraciones, forzosamente sarcásticas, en torno a tamaño dislate, bástenos pensar lo fácil que resultaría resucitar al venerable difunto mozárabe y encajárselo en una semana a los seis millones de andaluces…

Si pretendemos unas relaciones pacíficas entre los pueblos de España, necesitamos estar informados sobre nuestra propia situación lingüística. Cuanto mayor sea el grado de conocimiento de la propia lengua, mayor será el respeto por las restantes variedades idiomáticas y dialectales; y, por lo tanto, mejor será la convivencia armónica de los españoles. Nadie debería sentirse con derecho a imponer el «cristiano» a cestazo limpio ni a considerarse el griego perfecto -con derecho a llamar «bárbaro-tartamudo» a quien se expresa de otra manera.

En esto, como en todo, la cortesía y el respeto no son más que formas supremas de la inteligencia.

Índice de contenidos